Publicado: 21 de Enero de 2016

Cada vez son más los conductores que apuestan por los coches automáticos para su uso cotidiano. Lejos quedan aquellos cambios en los que se notaban especialmente los saltos entre una marcha y otra, a la vez que cada vez son más potentes y gestionan mejor el consumo de combustible. El perfeccionamiento del sistema por parte de los fabricantes anima a muchos propietarios a elegir estos coches.

Más allá de una mera cuestión de gusto y comodidad, los coches automáticos son una buena opción aunque no esté al gusto de todos, quienes echan en falta ese tercer pedal en el lado izquierdo. De hecho, si estás acostumbrado a utilizar el embrague y te pones al volante de un automático, ten cuidado con la tentación de utilizar el pie izquierdo para evitar sorpresas.

Eso sí, si apuestas por un cambio automático por comodidad, recuerda que su mantenimiento es igual que el de una caja manual con embrague por pedal. Por ello, acostúmbrate a revisar el aceite de la caja de cambios automática respetando los límites impuestos por el fabricante y utilizando el aceite correcto.

El freno de mano también existe, así que no abuses de la posición “P” (parking) como freno del vehículo. Una vez que el coche está estacionado o parado, acciona el freno de mano y, a continuación, traslada la palanca hasta la “P”. Nunca sustituyas esta posición por el freno de mano y menos aún en cuestas pronunciadas.

En paradas de larga duración, por ejemplo, mientras esperas con el motor en marcha, coloca la palanca en la “N”. Una vez que vayas a iniciar la marcha, desde “P” o “N” hasta “D” o “R”, recuerda que el coche debe estar completamente detenido para evitar forzar el mecanismo del engranaje. Algunos vehículos bloquean la acción en caso de que el coche esté rodando, pero los sistemas más antiguos no.

Y, muy importante también, en caso de necesitar la asistencia de una grúa, recuerda colocar la palanca en “N” en el momento de subida y bajada del coche a la plataforma. Una vez subido, podrás engranar la “P”.


** Fuente: blog.ibericar.es