Publicado: 22 de Enero de 2015

Todos los conductores acabamos teniendo malos hábitos al volante, en mayor o menor medida. Ya sea por el estrés diario o el desconocimiento, las malas prácticas acaban superando a la prudencia inicial y estas afectan al vehículo, a nuestra seguridad y la de los demás, así como una exposición a posibles sanciones. ¿Te sientes identificado con alguna de ellas?

1.- No circular correctamente en las glorietas: Es el mal más extendido entre los conductores. Hasta el punto que aquellos que realizan correctamente la maniobra pueden ser incluso increpados por los que la incumplen. De poco sirven las explicaciones si tenemos un gráfico que nos explica cómo debemos tomarlas.

2.- Abusar de los antinieblas: Circular con las luces de cruce o corto alcan
ce durante el día no es obligatorio, a no ser que las condiciones climatológicas sean adversas, pero sí que es cierto que ayudan a hacernos ver mejor. Sin embargo, hay cierta tendencia a circular con los antinieblas, principalmente los delanteros, a plena luz del día o de la noche sin ninguna necesidad. Los antinieblas están pensados para alumbrar con gran intensidad la distancia más cercana y solo pueden ser utilizados cuando las condiciones son muy adversas y con muy mala visibilidad. Por ejemplo, en bancos de niebla, lluvias intensas o nubes de polvo o humo. Su uso incorrecto puede conllevar sanciones de 200 € e incluso, ante lluvia suave, puede molestar más al conductor que ayudarlo.

3.- No revisar los niveles: ¿Cuándo fue la última vez que comprobaste el nivel del aceite? ¿Y del líquido refrigerante? La mayoría de automóviles avisan automáticamente cuando estos se encuentran en mínimos, pero es adecuado, para un mejor mantenimiento, no esperar hasta que estos estén en su nivel más bajo. Chequea la presión de los neumáticos y los líquidos con cierta frecuencia, sobre todo en los cambios de temperatura.

4.- Apurar del depósito hasta reserva: Ya sea por falta de tiempo o por exprimir al máximo los gastos mensuales, tendemos a alargar nuestra visita a la gasolinera hasta que el nivel esté casi a cero. Con el tiempo y los kilómetros, el depósito de combustible acumula sedimentos en el fondo que, en caso de entrar en los inyectores, pueden afectar el correcto funcionamiento de este.

5.- Acelerar sin que el coche tenga temperatura: La temperatura ideal para el funcionamiento del motor está en 90º C. De hecho, todos los coches están preparados para que, cuando alcance esa temperatura, la mantenga no calentándose en exceso siempre y cuando el circuito de refrigeración y sus componentes estén en estado óptimo. Subir por encima de las 2.500 rpm sin haber llegado a esta  temperatura aún, o los ‘acelerones’ innecesarios desgastan las piezas del motor, ya que este no ha cogido aún la temperatura óptima ni ha lubricado lo suficiente.

6.- No dejar descansar el coche antes de parar: La mayoría de vehículos del mercado equipan turbo. Este trabaja intensamente en largos recorridos y llega a alcanzar temperaturas superiores a los 300ºC en vehículos diésel y 500ºC en los de gasolina. Tras un largo viaje, deja el coche a ralentí un par de minutos antes de pararlo por completo para que el turbo pueda enfriarse.

7.- No colocar la pegatina de la ITV: Por manía o por estética, son muchos los conductores que no les gusta llevar puesta la pegatina de la Inspección Técnica de Vehículos. No tenerla puesta visiblemente en el parabrisas delantero puede conllevar una sanción de 80 €.

8.- Abusar de los frenos: En cuestas pronunciadas, debemos aprovechar el freno motor en lugar de pisar en demasía el pedal del freno. Es decir, es mejor cambiar de 5ª velocidad a 4ª para que el motor retenga el vehículo que estar constantemente pisando el freno. Un abuso del pedal de freno provoca que la temperatura de los discos se eleve en exceso y pierda eficacia ante un imprevisto. Si aprovechamos el freno motor, los frenos estarán en condiciones óptimas cuando los necesitemos. Además, alargaremos la vida de los discos y las pastillas también.

9.- No mantener la distancia de seguridad: Otro de los males por excelencia, sobre todo cuando circulamos en carreteras y autovías. Ha llegado a verse actualmente como una forma de acoso hacia los demás, además de que resulta sumamente peligroso en caso de cualquier imprevisto. No solo incomodas el conductor de delante, sino que en caso de choque, el vehículo de detrás debe asumir los costes de la reparación y lesiones.

10.- Mantener la mano apoyada en la palanca de cambios: Ya sea conduciendo, como en los semáforos, son muchos los conductores que mantienen la mano sobre el pomo de la palanca de cambios. Aparte de que es una postura incorrecta, ya que las manos deben estar puestas sobre el volante en posición tres menos cuarto, afecta a los mecanismos del cambio. La presión ejercida, de una forma constante, acaba provocando holguras y vibraciones en ella a medio y largo plazo

** Fuente: Ibericar Magazine